La clasificación de vinos más interesante del mundo
Hay un tema inherente al ser humano que es la necesidad de hacer clasificaciones o dar puntuaciones que nos ayuden a entender o a valorar mejor el mundo que nos rodea. Este asunto se hace extensivo al mundo del vino y últimamente nos trae de cabeza en España. Almudena Alberca MW
Hay distintas clasificaciones, como es el caso de la de los vinos de la margen izquierda de la ciudad de Burdeos creada en 1855, encargada por el emperador Napoleón y basada únicamente en los precios que estos alcanzaban en ese momento. Desde hace 167 años se reconoce a estos châteaux y a sus vinos como algunos de los mejores del mundo. En contraposición, en la Borgoña la clasificación existente es la más orientada a la geografía donde el mayor protagonismo se los llevan los viñedos o las regiones. Estos viñedos pueden ser compartidos por varias bodegas y cada una de ellas mostrar diferentes expresiones de la misma viña.
Este año 2022 va a tener lugar una de las clasificaciones más originales, modernas y avanzadas que para mí existen, sobre todo, porque detrás de la clasificación en sí, lo que de verdad se está aportando es mucho valor a una tierra, a las viñas, a las bodegas y a los habitantes de la comarca. Es el caso de la clasificación de los vinos de Saint-Émilion. El objetivo principal es que los productores alcancen la excelencia garantizando el origen, la calidad y la autenticidad de los vinos de esta bella localidad a escasos tres cuartos de hora en coche de Burdeos.
A través de una comisión independiente de expertos que aseguren la imparcialidad se examinan con detalle múltiples factores. Por supuesto, la calidad de los vinos de una manera rigurosa catando las 10 últimas añadas elaboradas si los candidatos optan a ser Grand Cru Classé y las últimas 15 añadas si se presentan a Premier Grand Cru Classé por un comité de cata profesional. Las bodegas tienen que entregar un informe detallado del viñedo en propiedad perfectamente delimitado en el que se revisan también los métodos de trabajo utilizados en los viñedos, valorando de manera muy especial el cuidado de la tierra, las prácticas ecológicas y biodinámicas y un buen número de exigentes requisitos. A mayores tienen que presentar sus políticas comerciales tanto en Francia como en el extranjero y los precios para evaluar el posicionamiento global. Y, por último, se evalúan la fama y prestigio de las bodegas, su comunicación global (que incluye las redes sociales), los planes y estrategias de enoturismo y demás detalles implicados en el reconocimiento de marca.
Esta clasificación se realiza y se renueva cada 10 años, y este 2022 toca renovar los votos de las 7500 hectáreas que conforman la apelación. Esta renovación estimula a los productores de una forma muy positiva, en pos de alcanzar los mejores resultados cada temporada. Compiten, evolucionan y se superan de una forma sana creando mucho valor en el territorio. En 2022 se realizará la séptima renovación desde el año 1955. La última revisión de 2012 llevó 10 meses de duro trabajo hasta dar con los resultados finales. Así que la de 2022… se hará esperar.
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