Consejos estivales
Los mejores trucos para disfrutar del vino en verano

Cualquier momento es idóneo para abrir una botella de buen vino, de eso no hay dudas, pero es también evidente que los meses estivales, y más cuando el calor aprieta como lo está haciendo este año, el vino puede convertirse en enemigo o aliado. Vamos a proporcionar seis pistas para conseguir alzar al vino como la mejor tentación del verano. M. L. Álvarez
En verano, toma el vino bien frío
Dejamos de lado la tabla de temperaturas. El vino en verano y con 42 grados a la sombra tiene que tomarse bien frío, un par de grados por debajo de lo que marcan las buenas costumbres. Lo mejor, meterlo en la nevera o bajar la temperatura de la cava. Si, como nos pasa a todos, olvidaste ponerla a enfriar o decides abrir una botella más, el mejor truco para bajar la temperatura rápidamente es poner un buen puñado de sal y agua muy fría hasta arriba de la cubitera y completar con hielo. Tiene que cubrir por completo la botella o las primeras copas estarán como una sopa de cocido. Segunda opción, pero menos elegante, es envolver de papel de cocina la botella, empaparlo con agua salada y meterla en el congelador; o tener siempre preparada una faja enfriadora que son la salvación del mundo civilizado. Por supuesto, el vino no agradece que se le someta a ese enfriamiento acelerado, pero hay cuestiones de vida o muerte...
Vinos más ligeros que entran mejor
Parece una obviedad, pero conviene precisarlo... en verano apetecen vinos más frescos y ligeros, es decir, buscar referencias que tengan más acidez, que inviten a consumirse más fríos, que no resulten demasiado contundentes. Aquí empieza el infinito repertorio de buenas opciones. Espumosos como si no hubiese restricciones, de todo tipo, aunque si hay dinero champagne prima, claro. Cuerpos más ligeros para los tintos, que apetecen con notas florales o frutales y menos aromas terciarios. En definitiva, menos madera y más uva. Y por supuesto, blancos y rosados, que se convierten en estrellas del consumo piscinero a litros.
Con menos graduación alcohólica
En verano se bebe más. Creo que nadie va a discutir esta afirmación. Y el alcohol produce esa sensación momentánea de calor al dilatar vasos sanguíneos. Ya empezamos mal. Como vasodilatador, mejor optar por grados suaves, evitando los 15 de un jumilla de momento hasta el otoño. Además, aumenta la deshidratación por lo que beberás más todavía. ¿Nuestro truco? Vinos con menor graduación alcohólica y un vaso de agua para alternar bebidas.
Cristal y piscina
Es uno de los hándicaps que más me preocupan en verano. Tomar un rosado en la piscina, con medio cuerpo en el agua, es sin duda una verdadera delicia. Pero siempre está el patoso que rompe la copa y no es nada fácil recuperar pedazos de cristal con gafas de buceo. Para ahorrar ese disgusto cada vez son más las casas que fabrican copas de vino en plástico premium y casi irrompibles. No es lo mismo, no vamos a engañarnos, pero es la opción más segura. Además, sorprenderás a tus amigos dejando flotar la copa en el agua... ni se vuelca ni se hunde... muy divertido. El inconveniente es el precio... son carísimas si quieres que al menos tengan el grosor y la transparencia más parecida al cristal.
No te confundas
Lo que tiene el verano es que de repente te juntas con veinte amigos en casa sin haberlos invitado. Menudo lío de copas. Por supuesto, aquí se acaba la educación. No se cambian copas al pasar a otra botella. Una jarra de agua y una cubitera para enjuagar y limpiar es suficiente. Pero el conflicto no termina aquí. Ninguno es capaz de memorizar cuál es su copa en cuanto la depositan en la mesa y se marcan un baile. Para eso, mil opciones, desde los identificadores que se pegan a la copa hasta un rotulador que se pueda borrar para poner el nombre del usuario.
Que no sobre nada
Se abren botellas como si un hubiese un mañana. Termina la fiesta y queda media de tinto y otra media de cava. Nada de tirar a la basura ni una gota de estas delicias. Si el cuerpo no pide más vino, conviértelos en una maravillosa copa de agua de valencia con un poco de zumo de naranja y cava o en un tinto de verano con mucho más nivel que si lo haces con vino “peleón”. Mi mejor sangría la hice con un Pesquera Reserva 94... Seguro que es más respetuoso que vaciar lo que queda en el fregadero.