Efecto Babadook
"The Babadook" es una película australiana de terror, estrenada en 2014 y dirigida por Jennifer Kent, que trata sobre la depresión y el maltrato a través de un supuesto monstruo, el Babadook, que resulta ser (alerta spoiler) la percepción de la violencia por parte de un niño que no encuentra otra manera de procesar que su madre, a veces, se convierte en eso, en un monstruo. Santiago Rivas
The Babadook costó dos millones de dólares, pasó inadvertido en su australiano estreno, pero fue llegar a Estados Unidos y convertirse en un fenómeno de culto que contagió a Europa. Esto se traduce en una recaudación total de casi 11 millones de dólares. Un éxito.
Lo curioso viene porque al volverse, de alguna manera, un fenómeno, empezaron a asomarse a ella espectadores ajenos al cine de terror. Esto, sumado al tratamiento metafórico de su desenlace, hizo que poner tanto énfasis en su aspecto social, y no sobrenatural, pareciera una manera de legitimarla.
Resumiendo: si hay una peli de terror que es buena, es porque realmente no es una peli terror.
Esta actitud ha generado un rechazo exagerado entre la militancia. Muchos aficionados al cine de terror desprecian The Babadook no por la obra en sí, si no por los seguidores que ha producido. A dicho suceso lo llamo “Efecto Babadook”.
En la cultura del vino se da de dos maneras.
La primera sería con aquellas marcas que ya han trascendido al sector, siendo conocidas por el consumidor sin pretensiones. Hay referencias que conoce un lector de Sobremesa y cualquier persona que nos encontremos por la calle. Entre estos hay grandes vinos, no creo que haga falta que los mencione, pero son contemplados con recelo por el winelover, como si que los conociera todo el mundo los volviera peores.
Si lo pensáis, la salud mental de los de esta condición no está mucho mejor que la de la protagonista de The Babadook.
La segunda es más nicho, pero aún más infantil que la anterior. Esta manifestación del efecto se produce cuando un elaborador, región, o lo que sea, muy minoritario, incluso dentro del mundo más experto, alcanza al siguiente nivel de bebedor que no es otro que al de Instagram. Éste que mimetiza su comportamiento con lo que ve que es tendencia para parecer más puesto de lo que realmente está. Lo que viene siendo posturear.
Referencias de las que se supone que hay muy poco, pero todo el mundo las bebe.
Yo mientras me ando preguntando cómo puede ser esto; otros, directamente, la toman con el productor del vino en cuestión y le destierran.
El "efecto Babadook" hace que vinos muy buenos sean excomulgados por haberse hecho, en mayor o menor medida, populares entre los demás.
No deja de ser un efecto rechazo por sentirse despojado de algo que crees que te pertenece, pero que genera la injusta situación de no valorar como se merece una gran obra y el peligro que ello conlleva.
Lo de siempre, estén solo a lo que hay dentro de la copa y no tengan prejuicios, porque esta criatura es muy real y nunca se va de vacaciones. Ni en agosto.
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