Santiago Rivas

Maderón

Viernes, 25 de Noviembre de 2022

Una vez más vengo a denunciar una praxis; y es que, si bien ya parece superado el fenómeno del uso del adjetivo “bonito” en las catas, visibilizado en un capítulo anterior de homónimo título, hoy traigo a colación otro que llevaba tiempo barruntando y que en los últimos meses ha devenido en masivo, manido e inquietante. Santiago Rivas

Me refiero al reiterado e improcedente abuso del término “maderón” como descriptor de cata. Antes de continuar, debo explicar en qué consiste dicho descriptor, y es que su uso correcto es idóneo cuando un vino, tanto en nariz como en boca, presenta los aromas y sabores correspondientes a la utilización invasiva del roble en la crianza de un vino.

 

Olores a coco, torrefactos, tostados… entre muchos otros, son síntomas de que estamos ante un maderón arquetípico. Otra forma de referirse a esta estirpe estilística es con palabras como “tablonazo” y verbos como “pinochear” o “castorear”. También se hace referencia a grandes multinacionales como Ikea (ej.: este tinto es un vino de Ikea), o se tira de expresiones como “tiene más madera que un bosque”. Lo que haga falta con tal de ridiculizar el saqueo en un vino perpetrado por la madera.

 

[Img #21176]

Imagen de Andreas Schantl en Unsplash

 

Hasta aquí todo bien, pero es que, de un tiempo a esta parte, me estoy encontrando con la utilización de estos términos ante vinos que no me parecen nada maderizados y, sobre todo, entre la prensa y crítica de más trayectoria. Me empezó a oler a sobrerreacción. Vinos, blancos y tintos, que pueden tener otros defectos como oxidación, sobremaduración, concentraciones salvajes o alcohol desatado, pero no un uso indiscriminado o excesivo de la barrica.

 

El culmen ya fue cuando un divulgador de reconocido prestigio tachó de ebanistería fina a un tinto de una bodega famosa que, si bien es cierto tiene un parque de barricas que ha deforestado la selva del Amazonas, en concreto esa referencia solo lleva crianza en hormigón. Por tanto, tendrá muchos defectos, incluso será mal vino, pero está libre de roble.

 

Esta última anécdota es eso, una anécdota. Por sí sola no es gran cosa, pero es que me llama la atención la cantidad de veces que se acusa de aserraderos a bodegas que en ese sentido no lo están haciendo mal. Yo, en mi propósito de analizar todo lo extraño que me encuentro, he llegado a la conclusión de que esta praxis tiene diferentes causas y están diferenciadas por rango de edad.

 

Si eres joven, aquí entendido como hasta 45 años, creo que la deriva viene por la fiebre de lo atlántico, anoréxico, ácido, bajo de graduación y cero fruta, que ha terminado por hacer parecer, a los más militantes de estos estilos, a todo lo que tenga un mínimo de estructura una "tienda de muebles experience".

 

Si tienes más de 46 años creo que la explicación es más profunda y graciosa. Diferenciaría a su vez dos grupos:

 

  • Los que llaman a todo lo que se les ponga por delante maderón porque eso creen que hacen los jóvenes. Básicamente todo es maderón, y si alguien le dice que no lo es pues ya veremos, ellos piensan que es mejor pecar de pejigueros que de tolerantes.

 

Sí, pertenecer a este grupo es un poco negativo, ya que subyace que eres un poco farsante, pero mira, seguro que haces otras cosas muy bien, lo único es que ya es hora de que sepas que no está colando.

 

  • El segundo grupo no es mucho más amable que el anterior, al componerlo personas que tampoco es que tengan mucha técnica, idea o método de cata. Son seres humanos que vieron cómo hace 20 años las estanterías de las tiendas de vino eran auténticas arboledas y no han salido de ahí, no sé si por algún efecto del síndrome post traumático, fatiga de guerra, o porque realmente catan así de mal.

 

En resumen, chavalada, la lección de hoy es que tengáis cuidado con calificar a un vino como de bate de béisbol así de oídas y estad, una vez más os lo digo, a la copa, que es la única manera de no ir haciendo el risión.

 

Que se nota, creedme que os lo noto.

 

 

SOBREMESA no comparte necesariamente las opiniones vertidas o firmadas por sus colaboradores.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.