Santiago Rivas

Miedo

Viernes, 10 de Septiembre de 2021

Disclaimer: hoy vengo un poco en modo autoayuda. Avisados estáis. Santiago Rivas

Hasta voy a cometer ese topicazo articulil de recurrir a la RAE para obtener una de las definiciones del sustantivo que vengo a desarrollar:

 

Miedo: “Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.”

 

No descubro nada, y menos a un sobremeser (ser humano de naturaleza leída) si os comento que esta perturbación es una de las características que, como seres vivos, nos ha permitido eso: seguir vivos. Hace miles de años los cavernícolas que tenían miedo y no salían muy lejos de la cueva cuando hacía mucho frío o podía haber un oso cerca, sobrevivieron a los que infravaloraron estos peligros. De hecho, conociendo la naturaleza humana, me sorprende enormemente que hayamos llegado vivos como especie, y con tanto éxito, a la actualidad.

 

Incluso los terrores imaginarios, por seguir la trama planteada por la RAE, son clave. La paranoia, en cierta medida, puede resultar útil en esos momentos de nuestra vida en los que sabemos que algo malo nos acecha, pero no conocemos muy bien el qué y como evitarlo. La paranoia se vuelve tóxica cuando el peligro que la provoca es de una entidad inferior a las medidas que estamos tomando para evitarlo. No cruzar nunca una calle por miedo a que te atropelle un coche parece exagerado, pero sí resulta razonable no invertir en negocios de sectores que no conoces.

 

En la conciliación de lo que te pierdes por lo que te juegas está la clave de que te vayan medio bien las cosas, sin mala suerte mediante. Eso siempre.

 

[Img #19745]Este preámbulo obedece a que mañana,11 de septiembre, tiene cita en Valencia la 2ª Edición del Campeonato de España de cata a ciegas por equipos, en el que, junto a otros amigos winelovers, yo participaré. Este concurso es de una transparencia bastante asombrosa, si lo comparamos con otros similares, ya que se publican los resultados obtenidos por los concursantes. Al menos así fue el primer certamen, y espero que ese criterio se mantenga en esta edición.

 

El caso es que se publica la posición y puntos conseguidos de los 20 equipos participantes; así que todos sabremos cómo han quedado los demás, quién ha ganado, quién ha quedado séptimo y lo más vergonzante: quién obtiene el último puesto de la clasificación. Esta tesitura, ya os lo digo yo, tiene aterrorizado a más de un participante que, entre sonrisa y temblor de voz, me ha venido a decir que participan para pasárselo bien y que van sin pretensiones y a ver si suena la flauta. Esto me parece lo que de toda la vida se ha llamado ponerse la venda antes de la herida. También serán los típicos que, si luego quedan bien o llegan a ganar, generarán toda mi antipatía. Como esos compis de clase que nunca estudiaban, que el examen les salía fatal, pero sacaban de notable para arriba.

 

Esos hijosdeputa.

 

Pero bueno, con más o menos cagancho, esta gente va a participar.

 

Un día, en un entrenamiento -así llamamos a quedar para probar vinos a ciegas y tratar de acertarlos imitando los métodos deductivos que se aplican en la competición- se unieron unos amigos que tenían toda la intención de participar en el Campeonato de España, hasta que al final de la sesión salió este tema de la publicidad de los resultados finales. Uno de ellos, un tipo con cierta relevancia en el sector, al enterarse decidió, pero de manera instantánea, que si eso era así y no estábamos bromeando, no participaría. Yo me pensaba que el que no estaba hablando en serio era él, hasta que ayer le llamé para ver si cruzamos planes en Valencia y ahí me confirmó su postura, que yo hasta ese momento había creído impostada.

 

Que sí, que él verá y, para ir a disgusto lo mejor es no ir, eso está claro, pero yo pienso que este es uno de esos casos en los que te privas de un fin de semana que puede ser memorable. Perderte el reencontrarse con amigos que, dadas las circunstancias, hace mucho que no ves; beber, winelovear por Valencia y comer paella. Todo por si quedas mal y que algún gilipollas en una red social te lo recuerde a mala hostia.

 

Porque cachondeo entre amigotes sí que va a haber y ese no nos importa. Al menos a mí.

 

Pues lo silencias y listo, pero aquí hemos venido a vivir sin miedo al ridículo.

 

Ese miedo sí que no interesa.

 

 

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